Las jeringas son un indispensable en el día a día de los sanitarios, se utilizar para suministrar medicamentos o otras sustancias o extraer fluidos. Las jeringas están formadas por un tubo y un émbolo que es el encargado de llenar o vaciar el tubo.
Existen muchos tipos de jeringas que se pueden clasificar dependiendo de muchas variables, aquí os vamos a dejar algunas de las más comunes:
De 2 cuerpos y 3 cuerpos
Se clasifican dependiendo de las partes que tenga la jeringa, las de 2 cuerpos están formadas por el tubo y el émbolo que hemos mencionado anteriormente. Normalmente se suelen utilizar para administrar medicamentos orales o administrar sustancias en la superficie de la piel como es en curas.
La de 3 cuerpos está formada además por una junta de estanquidad de goma que impide que el émbolo se salga y retiene el líquido para que este no se salga al presionar.
De vidrio o plástico
Se clasifican dependiendo del material del que estén hechas, las de plástico son más económicas que las de vidrio, siendo estas las más comunes y su característica diferenciadora es que son desechables y estériles.
Dependiendo de su medida
Existe una gran variedad de jeringas dependiendo de la cantidad de medicación que se va a suministrar o que se quiera extraer, pueden ir desde 1 ml hasta 100ml
Dependiendo del tipo de punta
Las jeringas de 3 cuerpos son más complejas y pueden tener diferentes terminaciones:
Luer: Jeringas terminadas en forma de cono y por donde se coloca la aguja.
Lock: Con una rosca doble para asegurar mejor la aguja en inyecciones de sustancias más densas.
Cono catéter: Utilizadas en jeringas de gran volumen ya que se suelen utilizar para administrar alimentos, realizar lavados, aplicar medicación, etc. Estas terminan en una especie de cono más largo y más ancho que la de tipo luer.